Una Tercera División de miedo
- @legadodelaUDS
- 1 nov 2017
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 23 ene 2018
EL ARTE DE SABER SUFRIR
Está claro que Tercera no es un juego de niños. No son pocos los jugadores que con dilatadas carreras deportivas en la división de bronce de nuestro país (2ªB) recalan cada año en los antiguos equipos de sus ciudades. Esto otorga un punto extra de vital importancia, que además es muy difícil de conseguir por otra vía: la experiencia.

A esto habría que sumarle que siempre hay cuatro o cinco equipos en cada uno de los grupos de la Tercera División española que son catalogados como los “cocos”, o lo que es lo mismo, los predestinados a estar en la parte alta de la tabla, y quienes se codean año tras año con los playoffs.
Para poder matizar mejor la situación me centraré en un único grupo, el VIII, perteneciente a la comunidad de Castilla y León. Históricamente siempre se ha tratado de una guerra sin cuartel, y sino que se lo digan a la Gimnástica Segoviana o al Palencia, que vieron durante años como sus sublimes actuaciones ligueras se quedaban finalmente sin premio. Está claro que para competir en Tercera es indispensable saber sufrir, y contar con un fondo de armario que permita dosificar las fuerzas de los jugadores para poder llegar a la recta final del campeonato liguero con el máximo frescor posible.
Este año los rivales a batir en este grupo VIII son el Atlético Astorga y el Real Ávila CF. Dos huesos duros de roer que no van a poner las cosas fáciles a ninguno de los dos equipos de Salamanca, el CF Salmantino UDS y Unionistas CF, que aspiran a establecerse también en los puestos de ascenso hasta final de temporada.
Lo que está claro es que aquí nadie va a regalar nada a nadie, cada punto en Tercera se sufre y se suda. Unionistas tuvo que remontar una vez más, en esta ocasión a domicilio ante el Real Burgos CF. Tiró de garra, e iba ganando a falta de un par de minutos para el pitido final pero el esfuerzo fue insuficiente, ya que en los últimos compases del partido los locales endosaron un nuevo gol, lo que suponía el 3-3 definitivo.
Misma suerte corrió el Salmantino pese a jugar en casa. Los de Calderé se las prometían muy felices, pero van a tener que seguir remando porque no han sido capaces de superar al CD Beroil Bupolsa ante su propia afición. Parece que el equipo no está pasando por su mejor momento, y es que este nuevo empate (1-1) ha dado alas al Astorga, que con los mismos puntos que el Salmantino (24) aprieta aún más la tabla de clasificación.
Recordemos que este bonito duelo de puntos entre los dos equipos de la ciudad es mucho más que eso. Se trata de una carrera psicológica por ver quien llega mejor al partido del año, ya que en menos de un mes, el 26 de Noviembre, tendrá lugar en el estadio Helmántico el primer derbi entre estos dos equipos.
Todo hace presagiar que será un partido tan bonito como intenso, tan esperado como temido por sus seguidores. Ambos querrán dar un golpe sobre la mesa pero solo uno podrá salir victorioso, ya que el empate no es una opción para ninguno de los dos equipos. Lo que es seguro, es que ese día Salamanca vivirá una auténtica fiesta del fútbol, el Helmántico volverá a lucir como en las grandes citas, y en la grada se prevé un ambiente de gala con un lleno absoluto.
No sabemos quién se alzará con la victoria, pero gane quien gane… ganará el fútbol, y pese a quien le pese… la Unión Deportiva Salamanca volverá a estar presente. A título personal, solo espero que tanto el Salmantino como Unionistas sean capaces de aparcar sus diferencias, y centrarse única y exclusivamente en lo deportivo. Esa jornada debería ser un día de hermanamiento entre aficiones en busca de un solo objetivo, rendir un auténtico homenaje al club de nuestras vidas a través de un único cántico: ¡Hala Unión!
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