Inseparablemente unidos

Doble proeza histórica en el playoff de ascenso a 2ª división B. Unionistas y Salmantino se enfrentaban a su particular match point de 90 minutos el pasado fin de semana frente al Socuéllamos y Compostela respectivamente, y ambos lo hacían con el mismo objetivo: ganar o ganar.

No había tiempo para faroles, y cada uno debía jugar sus cartas inteligentemente si quería hacerse con el ansiado premio. En todo “All in” existe un pequeño porcentaje de factor suerte, pero afortunadamente en esta ocasión cayó de nuestro lado. Así pues, la gloria y la ruina se daban cita en un mismo terreno, y lo hacía cara a cara y sin red. El vencedor lograría el ascenso, y el perdedor permanecería en ese oscuro pozo llamado “Tercera”. No era una broma, era una batalla a vida o muerte. Salamanca lo sabía, y por eso mismo el apoyo por parte de las aficiones fue masivo.

Unionistas fue el primero en saborear la victoria, pero no sin esfuerzo, y lucha. Todo un año de sufrimiento se vería recompensado en el último minuto (y tanto), ya que fue en el 94 cuando los blanquinegros asestarían el 3-1 definitivo que les daba el pase. Razvan hizo de maestro de ceremonias en ese duelo individual de 11 metros, batiendo al arquero rival y desatando la locura en Las Pistas.

La noche del sábado fue extremadamente corta para los seguidores de Unionistas, mientras que para los del Salmantino se hizo excesivamente larga. Había ganas de igualar el objetivo conseguido por los vecinos, y no iba a ser fácil porque para lograrlo los de Pablo Cortés necesitaban al menos un gol, algo nadie había conseguido hacer en San Lázaro durante la fase de ascenso. Los charros se las prometían muy felices hasta que Rubén estrelló un balón en el larguero. Esto pareció despertar al Salmantino, y Garbán sería el encargado de anotar el tanto que a la postre les daría el “punto, juego, set y partido”. Así es la ley de Murphy del fútbol, si perdonas mucho lo acabarás pagando, jaque mate (0-1).

Pleno. Dos de dos. Salamanca estalló de alegría, y no era para menos. Acababa de producirse uno de los hechos más insólitos del siglo: ambos conjuntos estarían el año que viene en 2ªB. No obstante, ahora nos espera un verano de auténtico home run. Unionistas y Salmantino deberán prepararse nuevamente para la batalla, hacerse con los mejores activos, planificar los objetivos de la próxima campaña, etc. A pesar de las diferencias filosóficas y estructurales, estos dos clubs parecen estar inseparablemente unidos. La única duda ahora es... ¿Quién cantará Bingo?

¡Hala Unión!