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Actualidad y objetividad

Sabor mexicano

  • Foto del escritor: @legadodelaUDS
    @legadodelaUDS
  • 29 ene 2018
  • 2 Min. de lectura

Históricamente el mundo del fútbol ha disfrutado de hornadas de jugadores que siendo de una misma nacionalidad y coincidiendo en el mismo espacio-tiempo han llevado a un equipo a la gloria. En Salamanca tenemos experiencia en este tema, y la verdad es que no nos fue nada mal. ¿Repetimos?

En la Unión Deportiva Salamanca ya militaron con anterioridad varias generaciones de futbolistas de una misma nacionalidad que marcaron una época. Durante muchos años la UDS estuvo en manos argentinas (desde D´Alessandro y Reza hasta Lunari, Silvani, Desio, Lombardi, Cardetti, Lupidio, o Casartelli entre otros). La Unión también contó con plantillas repletas de portugueses (desde el mítico Alves, hasta la época dorada de Pauleta, César Brito, Nuno Luis, Taira, etc).


Ha llegado el momento de repetir la historia, o al menos eso debió pensar el CF Salmantino UDS al comenzar la presente temporada, ya que tras el parón veraniego desembarcaron en tierras charras hasta 5 mexicanos (Martín Galván, Rodrigo Vera “Tyson”, Marco Iván, Saúl Villalobos, y Diego Franco).


Las expectativas de la directiva eran muy altas y la expectación de los aficionados máxima; sin embargo el rendimiento de los dos últimos jugadores citados no ha sido el deseado, de hecho Diego Franco ha sido cesado esta misma semana. No obstante, la pólvora mexicana resultó muy efectiva defensivamente, pero de medio campo hacia delante solo Martín Galván ha demostrado estar al nivel. Así pues, el Salmantino se ha visto obligado a acudir al mercado invernal para reforzar estas posiciones de cara a la recta final de temporada con una misión muy clara en mente: luchar por el playoff. Entre las nuevas incorporaciones destacan Jehu Chiapas (mediocentro) y David Izazola (delantero), ambos también mexicanos.


Las espaldas del equipo blanquinegro están bien cubiertas gracias a la velocidad e incorporaciones de Tyson (lateral derecho), y la seguridad que aporta Marco Iván (central). Además, la magia de Martín Galván (mediocentro ofensivo) debería marcar la diferencia en lo que resta de temporada, pero para lograrlo las lesiones deben respetarlo, y el propio jugador tiene que reencontrarse con la regularidad más pronto que tarde si quiere convertirse de nuevo en el jugador desequilibrante que lleva dentro. Estas cualidades sumadas a las de los fichajes de Chiapas (contención, salida de balón, y gran disparo a media distancia), e Izazola (rápido, luchador, y con un excelente juego aéreo) deberían de ser artillería más que suficiente para alcanzar el objetivo soñado del Salmantino UDS, y terminar jugando la fase de ascenso.


Nadie puede predecir el futuro y mucho menos en un liga tan reñida como la de este grupo VIII de Tercera División, pero una cosa está clara: Salamanca tiene sabor mexicano.

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© 2018 por @legadodelaUDS

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