Guerra sin cuartel

Hoy en Las pistas del Helmántico se disputó el segundo derbi charro de la historia entre Unionistas y Salmantino. Corría el minuto 93 y todo hacía presagiar que el partido terminaría en empate, pero justo en ese instante Martín Galván volvió a hacer de las suyas y fijó el resultado en el 1-2 definitivo.

No obstante, la noticia de la semana se encuentra en el plano extra-deportivo, y es que la eterna batalla por la adquisición los derechos de marca de la Unión Deportiva Salamanca parece no llegar a su fin.

Hace poco más de una semana Miguel Ángel Llamas, abogado y socio-fundador de unionistas, publicó en Twitter que el administrador concursal había aceptado su oferta por los derechos de la UDS; pero hace apenas dos días el CF Salmantino UDS realizaba el pago por el lote de los bienes, dando así un paso más a favor de su misión: recuperar la Unión.

Lamentablemente, esta es solo la segunda entrega de nuestra particular historia interminable, ya que todavía existen dos frentes jurídicos abiertos en esta pugna de intereses por los símbolos de la UDS. Debemos recordar que la oficina de propiedad intelectual de la Unión Europea (EUIPO) dio la razón a Unionistas en cuanto al uso de la marca, y que el trámite todavía no se ha resuelto; además de la demanda que Unionistas presentó en Madrid el pasado mes de octubre, pidiendo la cancelación de los registros de la marca UDS, ya que consideran que estos bienes intangibles (escudo, nombre, etc) se encuentran en desuso y habrían caducado con anterioridad a que el Salmantino abonase el dinero.

A todo esto habría que sumarle un tercer e hipotético caso, si el Salmantino llegase a realizar un uso real y deliberado de la marca Unión Deportiva Salamanca. Roberto Pescador, vice-presidente de Unionistas, anunciaba el viernes pasado en la Cadena SER que llegado ese punto el club consideraría el acto como una infracción de su marca, y por lo tanto procederían a realizar una nueva denuncia.

No sabemos cuando llegará el final de esta guerra sin cuartel. Personalmente me temo que las trincheras de unos y otros todavía permanecerán inmóviles unos cuantos meses más. Lo realmente importante para el fútbol salmantino es que la primera línea de batalla esté formada por soldados como los de hoy, que lo den todo en el único campo de batalla que debería existir: el deportivo.

¡HALA UNIÓN!