Cuestión de respeto
- @legadodelaUDS
- 14 abr 2018
- 2 Min. de lectura
“Odio eterno al fútbol moderno” es sin duda alguna la frase deportiva más popular de los últimos años. Algunas personalidades la han utilizado para reivindicar la autenticidad de un proyecto, y muchos medios de comunicación lo hicieron para criticar el modelo actual del fútbol-negocio; pero parece que nadie quiere darse cuenta de lo realmente importante…

Con el paso del tiempo hemos perdido los valores futbolísticos básicos. Lamentablemente a día de hoy equipos de todo el mundo han dejado de apoyar cuestiones tan elementales como el respeto entre aficiones, o el fair play entre directivas. Lo peor de todo es que el mejor ejemplo de ello lo tenemos aquí mismo, en Salamanca. Está claro que Salmantino y Unionistas son y serán siempre enemigos naturales e irreconciliables, pero les guste o no están condenados a entenderse.
La rivalidad sana es bienvenida, pero en más de una ocasión los piques entre seguidores de uno y otro equipo se han pasado de la raya; y desgraciadamente también hemos visto desplantes por parte de las directivas de ambos clubs. Por ejemplo, durante el partido de ida el Salmantino enmudeció a sus vecinos a la fuerza con el excesivo volumen de los altavoces del fondo norte del helmántico. Aunque la verdad es que Unionistas tampoco se ha quedado corto a la hora de devolverle “la jugada. El cartel promocional del próximo derbi cuenta con varios detalles que no han gustado mucho al entorno del Salmantino UDS, como la utilización del escudo, nombre, y fecha de creación del equipo antiguos; haciendo caso omiso a los registrados actualmente en la Federación de Castilla y León de Fútbol.
Por si fuera poco, la batalla por la memoria de la UDS sigue activa. Hace unos días fue el abogado Miguel Ángel llamas quien disparó nuevamente las alarmas futbolísticas de uno y otro equipo a través de su cuenta de Twitter. Los seguidores de Unionistas vieron en sus palabras un hilo de esperanza para hacerse con la marca UDS y alejarla de los mexicanos; mientras que los socios del Salmantino se lo tomaron con humor, y lo interpretaron como un acto más de charlatanería que finalmente no llegará a ninguna parte.
El problema de todo esto es que tanto unos como otros hemos perdido los valores de lo que fue la Unión Deportiva Salamanca. A día de hoy lo único que estamos haciendo es ensuciar todo aquello que juramos amar para siempre. Nuestro desagrado vecinal nos lleva únicamente a marear una y otra vez esta perdiz, que desgraciadamente lleva más de cinco años muerta.
Todavía tenemos la oportunidad de cambiar el rumbo, evitar este callejón sin salida, y pintar las líneas que diferencien de una vez por todas la rivalidad del respeto por parte de ambos clubs. El punto de no retorno lo marcará el próximo duelo entre Unionistas y Salmantino, que tendrá lugar el próximo domingo 22 de abril en las pistas del estadio Helmántico.
¿Será la ciudad de Salamanca testigo una vez más del odio eterno existente en el fútbol moderno? Habrá que esperar 7 días para conocer la respuesta, pero pase lo que pase... ¡Gracias FRAC, contigo empezó todo!
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